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jueves, noviembre 03, 2005

Como agua para chocolate


A pesar de ser pegajoso (puaj!) el libro en su comienzo la curiosidad me llevó a continuarlo.
Alguien me habló de él. Me había convencido de que era bueno. Ahora que ya lo leí me hace pensar que su poder de palabra no es menor.

El libro se divide en 12 capitulos los que llevan por titulo los meses del año. Sigue con una receta y su respectiva preparación, en donde se mezcla la historia obviamente, sin descuidar lo que se cocina.
Es un estilo distinto, sí... pero deja un gusto, como ya lo habia dicho, tan pegajoso, que lo hace lento y latero.
La escritora da a conocer sus conocimientos sobre la cocina, pero lo hace de una forma tan descriptiva que a veces se te confunde con el recetario de la abuelita mexicana. Y en cuanto a los detalles, los hace muy minimalistas, sin embargo, tampoco profundiza en ellos. Una especie de pincelada a lo minusculo.

La historia trata basicamente de amor y cocina. No es mala la intención de unir estos conceptos ... si no fuera por esa forma tan ñoña de abordarlos!.
La protagonista es Tita. Los conflictos nacen debido al destino que carga sobre sus hombros: cuidar de su madre hasta que se la coman los gusanos. ¿Qué significa esto?que no puede never nunca contraer matrimonio pues debe cuidar de ella. Obviamente su mamá es una vieja jodida, amargada, moralista y machista (Toda una Opus Dei xDD).
La protagonista y sus hermanas son unos corderitos rellenados de una cursi pasión restringida.
En medio secreto, Tita persigue el amor de Pedro como de los 13 años. Se le pasa la vida cocinando y esperando que algun día las vicisitudes de esta acaben y viva feliz y por siempre con el hombre de su vida: Pedro. Que decir del matrimonio..!..si es considerado lo más supremo que le podría pasar a las personas, sobretodo a una mujer. A lo mas telenovela de cebolla finita.
Se interpone el respetuoso Dr. Brown, especie de antagonista mas bueno que el pan, que se ve obligado a resignarse porque no le funcionó la jugada con Tita. Resultado: mas solo que un dedo.
El predecible final: los protagonistas juntos. Hubo un intento por enganchar en el ultimo momento con toda la carne (literalmente) a la morbosa mente del lector que siempre se vio truncada ¡But! el melocotón de final lo hace sencillamente odioso.

Sí, tenía realidades, como el conflicto del país y el conocimiento cultural mexicano, pero eso no es nada equiparado con tooda la historia colonial, por decir lo menos, que hay que mamarse.
Como agua para chocolate, escaso en páginas (por suerte). Ni el titulo obtuvo para mi el interés por la obra. En la unica parte que se le nombra es cuando ella se siente 'como agua para chocolate' y totalmente irritada. Tal vez podría tener algún significado culinario por tanto le pregunté a mi madre que se maneja en estos tópicos que pasa cuando de verdad se le agrega agua al chocolate. Me contesta que se corta, o sea, queda imposible para trabajar. Respuesta que me hace admirar sus conocimientos, mas el libro para mi va en picada a la desilusión.

Si es por conocer, no es malo que lo leas, es de rápida lectura. Si es por entretención... allá tu!


P.D. 1
Hay un lobo estepario que aun me tiene pensando :S Coming Soon su comentario piola ;D

P.D. 2
Profe! no se le ocurra hacernos leer esto el próximo año!

1 comentarios:

Anónimo dijo...

tu mamá no sabe cocinar... para hacer chocolate caliente el agua debe estar en cierto punto, y si leiste bien, hay un capítulo en el q se dedica a contar como se hace el chocolate caliente, pero me imagino q como no lo dijo la autora con todas las letras de la palabra no lo entendiste... además de eso.. conoces la simbología?? ojalá q algun "profe" te la ponga en algun año pa q de verdad la entiendas...