No es que me moleste estar sola, porque la soledad me queda muy bien. Es que algunas veces dan unas ganas enormes de compartir la lluvia, las texturas o la cita de algun libro que nos conmovio.
Es cuando se está cansado de recibir y se tienen unas ansias irresistibles de dar.
Necesito practicar una amistad total, un amor total, lo que sea. Cafés, una caminata por la ciudad. Atraer a alguien de mi lado y mirar de otra forma las cosas, acompañada y comprendida. Todo lo que hacen los complices...cosa que tengo, pero que a distancia no es igual...
Tengo tantas imágenes que compartir y quedan estancadas...
Compartir. Como que esa es la palabra.
Compartir, un viernes cualquiera, ¿vale?
lunes, marzo 13, 2006
Dar
Publicadas por Lizz a la/s 4:44 p. m.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
Me llegó mucho tu texto. Jajaja!! La dura. Me pasa exactamente lo mismo.
La soledad es necesaria, pero a veces agota. Hay momentos en que realmente es una carga muy pesada y después de todos somos animales sociales y con capacidad de sentir. A veces se forma un Vacío muy desagradable que nos distancia de todo y nos hace sentirnos ajenos a ese todo.
Buenísimo texto!! ^^
por eso amo tanto la música, siempre está ahí.
saludos
P.D: bonito blog, parece un cuadro que se escribe y pinta al mismo tiempo
Publicar un comentario