Reducción

Lo de moda es reducir todo; desde las palabras (xat), hasta algun trámite bancario. Todo. Porque el hombre cada vez tiene menos tiempo. Apasionarse implica mucho de ello, así que no es buen negocio, no, no.
Quizás es por eso que aplaudimos en los conciertos o nos emocionamos al ver los colores. De lo que no tenemos, muchas veces admiramos.
Como decía, así como reducimos las palabras gramaticalmente, las seguimos en la práctica literalmente. Cuántos para siempre vemos correr por la calle? escasos. Mas corren de boca en boca... ¡cómo lo practican los jovencitos! el te amaré por siempre...cláaasico, y sin discriminación etaria, ojo.
La receta es: juntas un montoncito de amantes, viteh, le agregas esas palabras con advervios temporales y plaf, los dejas hornean unos 10 años, te acercas y le preguntas despacito -para no meter tanto las patas, nunca se sabe- si todavía le dedica poemas de amor a la misma persona con la que lo revolviste.
El amor eterno dura tres meses, dijo Coloane.
Y los nunca..uff, ni decir. Nunca voy a ir a ese lugar, noo, puaj!, Nunca mas voy a fumar, y tantos otros. Como que los nuncas son mas cortos todavia, te fijas?
No me eximo. A veces hasta nos ayudan. Pero lo ideal sería mantener ideas, afectos o costumbres en el tiempo, estoy convencida que hasta hacen madurar.
La idea está expuesta, hora de elegir mr. blogg.