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Utilidad e inutilidad se han mezclado estos días. Lo casi clásico de una niña en sus ultimas vacaciones escolares. Lo normal... vaya que mal!. Me he mejorado como en cada verano, he aprendido e hice la buena inversion de una libreta impersonal. Releo un par de capítulos de Cortazar que permanecen tirados en cualquier espacio de mi pieza. A veces algún libro que busco no lo encuentro mas que en pdf por lo que me veo obligada a leer aquí. Sábato y Sobre Heroes y Tumbas puede lograr mantenerme aquí sentada y leyendo. O a veces me doy una vueltecita por las escasas librerías de mi ciudad, urgeteando o viendo de reojo al niño que atiende en una de éstas o en su defecto a algun lector interesante.
Las propuestas preuniversitarias invaden. Nos invaden porque claro, negocio redondo. Pero en el fondo el conocimiento es tan nulo como en la media. Temporal a mediano plazo. Se podrá creer que un amigo en los tres días anteriores a la p.s.u estudió lo que alcanzó de historia y sacó como 700 puntos. A punta de cafés y cigarros, obvio. Lo que tiene este tío es que es muy capo en otros temas y tiene pero desarrollado a mil su lectura, eso lo salvo.
Pero bueh, el problema no son los profes si no nuestras actitudes zonzas. Si fueramos una pizca de apasionados cambiaría el panorama. Si aprendieramos de Brahms o metafísica, la literatura y Platón, seriamos tan instruidos que no nos reconoceriamos. Mi jodido problema es que a pesar de que esté conciente no soy constante, entonces me vienen estos ataques de aprendizaje compulsivo en donde quisieras aprender lo que vegetas como en los 10 meses de clases, cosa que es imposible. A veces soy tan adolescente, no sé como puedo aceptar tanta cantidad de tiempo perdido. Si me pilla en esas, regáñeme.
2:47 a.m ya sacié mis ganas de batir ideas. Me voy a dormir ya que entre las cosas utiles que hago me levanto temprano.